En la película "el origen" se muestran claramente
dos escenarios el primero de ellos los sueños y el segundo la realidad. En los
sueños cada persona puede estar en lugares conocidos, puede afectarlos de una u
otra manera, mover y colocar las cosas que quiera una vez haya aprendido sobre
el manejo de los sueños, puede realizar cosas que en la realidad no podría o
incluso interactuar con personas que ya no se encuentran a su lado como es el
caso de el protagonista de la película. Cuando el personaje pierde el control
del sueño y deja de diferenciar entre este y la realidad corre el peligro de
quedar para siempre allí, en un sueño vago.
Cuando las personas comienzan a experimentar en los sueños
de la manera que se encuentra en la película, su deseo por estar allí se hace
más constante. Muchos de los soñadores prefieren creer que esa es su realidad y
más cuando es un sueño compartido, allí se encuentran las personas que utilizan
el sueño para ser felices como no lo son en la realidad.
La gran diferencia entre el sueño y la realidad es que en el
sueño no se tiene consciencia del tiempo o noción de este, solo se aparece en
el lugar que la persona lo desee sin tener idea alguna de donde estuvo antes;
por el contrario en la realidad si se tiene la noción del tiempo, una persona
puede contar que hizo en determinado tiempo atrás. El sueño es una construcción
de su propia realidad, el personaje acude a este porque allí puede ser feliz y
dejar a un lado el sufrimiento. El sueño juega un gran papel en cuanto a
descubrir la realidad, los personajes se basan en él para descubrir la realidad
por tanto "los sueños son fuente de realidad".
Es imposible alterar el tiempo cuando nos encontramos en el
mundo real, este solo transcurre y tus acciones perduran. Lo real es lo que está
ahí, lo que no se puede cambiar, la película muestra a lo real como el
escenario en el que se viven las cosas tal cual son, donde el personaje no cambia
a su antojo y según sus deseos y preferencias las cosas. Por esta misma razón
muchas de las personas se refugian en los sueños porque estos les dan la
oportunidad de imaginar o de tener el mundo que ellos quieren o que tanto ansían
pero que en la realidad es imposible tener.